La travesía por el desierto del balonmano español

Y lo que es peor, sin final del camino aparente…

La larga lista de desgracias del balonmano español continúa hoy con la desaparición del histórico BM. Valladolid, después del Portland San Antonio, del Ciudad Real – Atlético de Madrid o el Teka hace unos años, incluyendo el descenso a los infiernos del Bidasoa, un grande en la década de los 90.

La desaparición del BM. Valladolid, el primer equipo de élite que fui a ver, allá por mediados de los 2000, con partidos históricos (y desgraciados), como aquella semifinal contra el Flensburg (recordemos, campeón de la Final Four de este año, frente a equipazos como el Barça, Kiel o Veszprem) es un puntito más (o la puntilla) en la penosa gestión que se ha llevado en este país con el balonmano en el último lustro.

Una gestión realmente mala, viviendo en la opulencia, pensando que nada les podía bajar de sus salarios, de sus fichajes, de su egocentrismo, de su «estamos en ASOBAL», de sus deudas, de jugadores a los que sabían que no podían pagar, esperando que todo se solucionara con un «patapúm parriba» y «que los demás se coman la mierda».

Así que aquí estamos, 6 años después, en esta trágica situación. El Flensburg es campeón de Europa (merecido, ganando al Barça y luego al Kiel en la final) y el BM Valladolid, estandarte del balonmano, de la cantera, de Castilla y León como el Ademar (otro cuya vida pende de un hilo) muerto, kaput. Atrás quedan esos días donde un grupo de colegas de Aranda, entre los que me encontraba, jugaba contra ellos.

Mientras, los mejores jugadores españoles se van fuera. Como por ejemplo los ganadores del mundial de 2013, con una humillación impropia de dos grandísimos equipos, contra Dinamarca (un apabullante 35-19, en el que muchos disfrutamos como aquella final contra Croacia en Túnez en 2005), donde de todos los jugadores #hispanos participantes, sólo 5 quedan en la ASOBAL. Y por supuesto en el Barça (Víctor Tomás, Ariño, Sarmiento, Strbik, que se va este año, y Viran).

Y así llegamos a la ASOBAL de estos dos últimos años, con un nivel tan bajo que permite a equipos que deberían estar en una «tercera división» (Primera división, en la nomenclatura balonmanística) el competir en «la élite», dando sorpresas a grandes equipos de siempre, en una liga extremadamente competida e impredecible (excepto por el primer puesto, el Barça, con tipos cobrando 3 veces más que todo el presupuesto anual de equipos pequeños), pero con una facilidad sobrecogedora para que los equipos (incluso históricos) mueran.

No podemos, ni debemos, hacer que el balonmano caiga, y eso obliga a que Federación, ASOBAL y muchos dirigentes de los equipos se sienten, y reflexionen a dónde quieren que vaya el deporte al que aman (si es que aún lo aman).

Larga vida al balonmano.

Hispanos

La clase política en España

Voy en el bus camino de Madrid y me doy cuenta de la calaña de políticos que tenemos. Casi sin excepciones, ni izquierda, ni derecha ni centro. En época de crisis todo el mundo echa balones fuera y acusa al contrario de cosas que en algún momento ellos también lo han hecho.

Y es que no se salva ninguno. En la derecha andan con peleas internas, espionajes, salidas de tono y demás vivencias que no hacen más que desprestigiarles. En la izquierda tenemos que se cubren unos a otros las ineptitudes a la hora de poder salir de esta crisis.

Y es que no hay un político salvable, todos tienen algún gran pero que les hace ineptos para su trabajo. Intentad pensar en un sólo político mediático. No hablo sólo de las planas mayores de PSOE y PP, del gobierno, oposición, izquierda o derecha, hablo de todas las pirámides políticas que hay. Nadie, nadie tiene un posible carisma y un poco de «hope» como se ha dado en llamar esta nueva ola desde Estados Unidos (que nadie se crea que un simple «hope» puede acabar con una crisis, ni mucho menos hacer que todo vaya bien por siempre y en un mes).

Recordad algunos de los políticos más influyentes que hemos tenido en este país, como Adolfo Suárez, entregado a la gente y a la enorme tarea que tuvo en su día (olvidaros de imaginaros a un político así hoy en día). Da muchísima pena que una persona que lo ha dado todo por un objetivo claro que tenía ahora no recuerde absolutamente nada de lo que hizo y de la valía que tienen sus acciones para las generaciones posteriores a Franco.

¿Más políticos? Pensad en aquellos que se les recuerde hoy en día, tenían carisma, hicieron su trabajo desde el esfuerzo y la ayuda a la gente y no sobre mentiras y la delegación de trabajo a terceras personas. Es por eso que la política actual se ha convertido en un trabajo para el cual el más mentiroso y el más manejable es el mejor.

Y es que la actual situación en España (sin olvidar otros países por ahí fuera) es esperpéntica. ¿La educación? ¿Eso que debería ser consistente a lo largo de los años y adaptándose a las nuevas tecnologías y nuevas ciencias? Bueno, pues cuantos más cambios mejor. Y si el anterior cambio lo ha hecho mi enemigo político con más razón hay que cambiarlo. Esto es pura hipocresía. Algo que es básico, como la educación se lo toman a risa, chiste, carcajada y cualquier manera no seria. Es lógico que izquierda y derecha tengan modelos «diferentes» de educación, pero sinceramente, siempre hay un punto donde pueden converger. Soy un descenciente de la Logse y no me siento nada orgulloso de ello. Empecé el colegio con gente de hasta 8º, terminé en 6º con otro plan diferente al que empecé. Fui al instituto y vi como el nivel bajaba a lo largo de los años. Voy a la Universidad, empiezo con un plan, y me quieren implantar Bolonia.

Es un puto pitorreo, los políticos sólo quieren ganarse un nombre para el futuro (como hizo nuesto ex-querido ex-presidente Aznar), ganar pasta de cualquier manera (aunque en teoría los políticos no pueden enriquecerse gracias a su puesto) y ser respetados. Todo lo consiguen. ¿A cambio de qué? A cambio de tomar el pelo a la gente de la calle, la que trabaja todo el día para que luego veamos como nuestros representantes dejan vacío su lugar de trabajo (el Congreso). Y no me valen las explicaciones de «es que hay comisiones y demás». No es por nada, pero haz tú en una empresa eso. No vayas a una reunión porque hay «comisiones». Pues las comisiones se posponen y punto.

Y es que uno ya está cansado de las tomaduras de pelo de los políticos, unos por insultar, otros por mentir, otros por no dar la cara y otros por proteger a sus amigos y darles trabajo.

Revolution!